En el marco de las Eliminatorias para el Mundial de China 2019, la Selección Argentina a través de su entrenador, Sergio Hernández, y del escolta, Paolo Quinteros, realizó una conferencia de prensa en el Hotel Boca para anunciar sus partidos ante Estados Unidos y México. Durante la misma, Hernández dio detalles de cómo se prepara para afrontar estos compromisos en el Estadio Superdomo de La Rioja. Manifestó tener confianza en los jugadores convocados, que aspiran a lograr la victoria necesaria para certificar la clasificación al Mundial.
Con respecto a los dos rivales, Hernández definió a Estados Unidos como “un equipo muy difícil de scoutear, muy dinámico y versátil, con muchos tiradores de tres puntos y especialistas poderosos” y remarcó que el desafío es no caer en el ritmo vertiginoso que propondrán ellos teniendo un plantel de 12 jugadores que mantienen la intensidad durante todo el partido. “Por el contrario, México sufrió bajas y viene con un plantel más corto y muy necesitado, por lo que nos convendrá aumentar el ritmo para hacerles sentir el desgaste”, detalló sobre el conjunto azteca.
Consultado sobre la convocatoria de Paolo Quinteros después de tantos años, el entrenador de la Selección comentó entre risas: “Todos siempre decimos que tuvimos la suerte de ser contemporáneos de Manu Ginóbili. Todos, menos Paolo Quinteros. Es el único que lo sufrió”. Para luego concluir: “Paolo es un recontra crack, que jugó en Europa y ganó todo. Es un verdadero asesino que sufrió hasta Kobe Bryant cuando le tocó enfrentarlo. No importa la edad. Acá no está por caridad”.
Por su parte, Quinteros no ocultó su felicidad por volver a vestir la celeste y blanca y confesó que trabajó siempre muy fuerte para tener una nueva oportunidad. “Estoy súper agradecido e ilusionado por estar acá, con ganas de aportar lo que sea que se me pida”, sostuvo. Pese a que ya pasaron muchos años desde su último torneo con la Selección, expresó que la adaptación no va a ser muy difícil porque con Hernández se conocen mucho, y se mostró con mucha confianza de cara a la ventana.
