Hace un año Central conseguía el ascenso a la Liga Argentina

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Por Daniel Serorena – Diario El Día

Hay equipos que quedarán en la historia, por logros, por juego, por empatía con la gente. Es cierto que los títulos ayudan a esa historia, pero el equipo de Central Entrerriano que hace un año consiguió el ascenso a la Liga Argentina, seguro tiene asegurado un lugar en algún rincón de la rica historia Rojinegra.

Quizá como no pasó con otros equipos, este elenco que condujo Mariano Panizza, cumplió con todos los requisitos, siempre completó los casilleros. A medida que se fue armando el plantel, se supo que sería un equipo con ambiciones, que fue cautivando al público en sus primeros amistosos, luego tuvo un andar sólido por el torneo, fue siempre puntero de la División Entre Ríos, clasificó a playoff con autoridad y en la postemporada, mostró convicción para sacar adelante rivales y coraje cuando la cosa parecía complicarse, hasta llegar a una inolvidable serie ante Lanús por el ascenso.

Central venía de un temporada aciaga y la determinación dirigencial de dar un golpe de timón absoluto fue también un soplo de aire fresco que cayó bien entre la gente. Se apostó a un entrenador joven como Mariano Panizza, sumando a Gaby Díaz en el cuerpo técnico, junto a un cuerpo de trabajo serio y sumamente profesional, con el profe Fernando Parra ocupando un lugar preponderante en un equipo que físicamente fue una maravilla y el kinesiólogo Franco Damasco completando el grupo.

Nombre por nombre, Central apostó fuerte en el armado del equipo. Trajo experiencia en Adrián Forastieri y Sebastián Bernasconi, sumó oficio en el base Ignacio Fernández y el alero Alejandro Madera, completando el plantel con jugadores conocidos por el entrenador, que llegaron por su expreso pedido y terminaron redondeando un equipo largo, con variantes, laburador y que desde el día uno entendió perfectamente cuál era el objetivo.

El andar de Central por el torneo fue tan óptimo como todos pensaron. Puntero, invicto por diez juegos seguidos, ganando de visitante con autoridad en canchas bravas y haciendo una fortaleza del José María Bértora, el Rojinegro se aseguró el primer lugar en la clasificación a playoff.

La postemporada arrancó con una sólida barrida sobre AMAD de Goya, luego fue tiempo de rendir una verdadera prueba de carácter, sacando del camino a un complicadísimo Regatas Uruguay, que forzó un quinto partido en el Bértora, donde Central jugó uno de sus mejores partidos para avanzar en el torneo. Luego fue barrida con mucho trabajo sobre Club Bell para clasificar a la llave por el ascenso contra Lanús.

La llave con el Granate fue de lo mejor de la temporada, por la calidad de los juegos, que fueron cinco verdaderas batallas, en las que Central logró un triunfo de visitante en el segundo partido que le dio la chance de poder cerrar la serie en casa. Tras un triunfazo en el tercer partido, la mesa estaba servida para la gran fiesta, pero Lanús también mostró su jerarquía y ganó el cuarto partido, mandando la definición a quinto juego.

En una jornada fría y lluviosa, con casi 300 hinchas de Central alentando y haciéndose sentir ante casi 4000 hinchas Granates, el equipo volvió a mostrar toda su jerarquía, jugando un partido casi perfecto, controlando las acciones de principio a fin, con poquísimos baches y con rendimientos individuales que fortalecieron un trabajo grupal impecable para quedarse con el ascenso por exclusivo merecimiento propio.

Quedarán las imágenes del sublime partido de Nacho Fernández, del coraje de Bernasconi y Córdoba para batallar en la zona interior, los triples siempre oportunos del Lolo Capponi, las apariciones de Tomy Ludueña, Nahuel Ledesma, Ale Madera y Matías Caire en determinados momentos del juego. Otros se quedarán con la imagen del capitán Adrián Forastieri guardando la última bola detrás de su espalda para desatar el delirio de todos en el Antonio Rotili.

Serán muchas las imágenes de ese equipazo que podrán guardarse para siempre. Todas válidas, todas con merecimiento, absolutamente todas imágenes de un equipo que fue serio de principio a fin y escribió una página que nadie olvidará.

Fue hace un año. Parece que fue ayer. Será que en tiempos de cuarentena, pandemia y alejados de la cancha, cada recuerdo se vuelve fresco y dan ganas de volver a gritar fuerte “El Rojinegro a la Liga Nacional”!